Pepino con Albahaca y Limón: Ensalada para el verano y calmar tensión del hígado.
El pepino es un vegetal de naturaleza yin refrescante y liviano. Calma el exceso de calor en el hígado y ayuda al cuerpo a liberar tensión acumulada, especialmente cuando hay irritabilidad.
No hay alimento milagroso; esta receta es parte de un menú, una idea para días calurosos o para momentos de irritabilidad, pero no es una sugerencia para comer todos los días. Quiero aclararlo porque estamos en un momento en el que cuando la cualidad de un alimento se hace famosa, se convierte en “el alimento del día a día”, generando desequilibrios en otros órganos del cuerpo.
Dicho esto, les cuento que el pepino no solo es delicioso, en mi casa nos encanta, sino que además tiene la maravillosa cualidad de ayudar a nuestro hígado cuando está tenso.
Algunas manifestaciones de un hígado tenso son:
irritabilidad, impaciencia o enojo interno,
rigidez muscular (especialmente en cuello y hombros),
digestión irregular o dificultad para relajarse después de comer,
dificultad para dormir, especialmente entre la 1 a. m. y las 3 a. m. (horario energético del hígado).
En palabras de Michio Kushi:
“Cuando el hígado se calienta o se endurece por exceso de sal, proteína animal o tensión emocional, necesitamos alimentos que refresquen, abran y permitan que la energía fluya.”
El pepino refresca el cuerpo y abre los canales energéticos del hígado, que tiende a endurecerse por estrés o por una alimentación demasiado yang. Su alto contenido de agua y potasio favorece la eliminación de toxinas por los riñones, aliviando la carga hepática y ayudándonos a liberar la rigidez emocional asociada al control, la frustración o el exceso de exigencia, típicos de un hígado tenso.
También ayudan mucho las hojas verdes (berros, rúgula, mostaza verde, hojas de diente de león), el chucrut, el nabo o daikon, los rábanos frescos, los germinados, las habichuelas, el tofu, las lentejas verdes, la cebada, el mijo, el vinagre de umeboshi y el zumo de limón.
Como puedes ver, los verdes en general, los sabores ácidos o agrios y estos alimentos que menciono son ideales para incluir en tu menú diario si tu hígado está tenso.
Ingredientes (2 porciones)
1 pepino grande (orgánico si es posible)
1 pizca de sal marina
1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
1 pizca de pimienta negra recién molida
Jugo de ½ limón fresco (o ½ cucharadita de vinagre de umeboshi o arroz si deseas una versión más yang y digestiva)
3 hojas de albahaca fresca
Preparación
1. Pela el pepino de forma alternada (como una “cebra”) para mantener parte de su fibra y color.
2. Corta el pepino a lo largo, retira las semillas si hay debilidad digestiva o tendencia a humedad interna. Luego córtalo en medias lunas finas.
3. Coloca las rodajas en un bowl, añade la sal y mezcla suavemente.
Deja reposar 10 minutos: el pepino soltará parte de su agua y se volverá más tierno.
4. Escurre el líquido y añade el aceite de oliva, la pimienta, el jugo de limón (o vinagre) y las hojas de albahaca cortadas finamente.
5. Mezcla con las manos o con una cuchara de madera, respirando suavemente.
6. Sirve fresco, idealmente acompañado de arroz integral o un plato de cereal cocido para sostener su ligereza.

