Hacer tu propia leche de almendras en casa no solo es más natural y nutritivo, también te conecta con el origen de tus alimentos. Esta versión es dulce gracias a los dátiles, es mineralizante, y muy fácil de preparar.
Aquí puedes ver el paso a paso en video:
Ingredientes
1 taza de almendras crudas (remojadas mínimo 8 horas o toda la noche)
4 tazas de agua (al final puedes agregar 2 tazas más si la prefieres más ligera)
7 dátiles sin semilla
1 pizca de sal marina
10 gotas de esencia de vainilla (opcional)
Preparación paso a paso
Licuar la base:
En la licuadora coloca las almendras remojadas con 2 tazas de agua. Licúa por 2 minutos hasta que todo esté bien triturado.Colar la leche:
Pasa la mezcla por una bolsa o colador especial para hacer leches vegetales. Lava rápido el vaso de la licuadora para quitar restos.Segunda mezcla:
Vuelve a poner la leche ya colada en la licuadora. Agrega los dátiles, la pizca de sal, la vainilla (si usas), y 2 tazas más de agua. Licúa por 1 minuto.Colar nuevamente:
Cuela otra vez para que quede bien suave. Lava de nuevo el vaso de la licuadora.Ajustar textura:
Finalmente agrega 2 tazas más de agua (o menos, según qué tan cremosa o líquida la prefieras).
Tip práctico: a mí me gusta servir la leche directamente de la licuadora a la botella, así evito que se riegue.
Energía desde la mirada macrobiótica
La almendra nutre la energía del pulmón e intestino grueso, órganos relacionados con la gratitud y la capacidad de soltar.
Los dátiles aportan dulzura natural, suavizando tensiones internas y dándole ligereza al ánimo.
Es una bebida perfecta para la mañana, cuando quieres energía limpia, suave y estable.
Puedes guardarla en un frasco de vidrio en la nevera hasta por 3 días.
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