Crema de brócoli macrobiótica: Ligereza, calma y energía de primavera
Esta crema de brócoli es particularmente maravillosa en primavera, cuando el hígado y la vesícula se activan con mayor intensidad desde la perspectiva macrobiótica.
Yo tuve una época en la que mi cuerpo estaba en plena primavera interna, y cada mañana iba a la casa de mi madre para que me invitara un tazón de esta crema y empezar el día así. ¡Fue maravilloso!
La combinación del brócoli con la cebolla amarilla crea un suave dulzor que relaja la mente y suaviza la tensión interna. Esta receta me encanta porque es un recordatorio poderoso de que, con tan solo cuatro ingredientes de buena calidad, orgánicos y preparados con intención, podemos transformar cómo se siente habitarnos, relajarnos, apoyar nuestra digestión y, más allá de todo, cambiar nuestra manera de relacionarnos con la vida.
En casa todos amamos esta receta de mi madre. Hoy por fin logré tener las medidas exactas y me llena de felicidad pensar que podrá disfrutarse en muchas más casas… ¡y por muchos niños más!
xoxo,
Alannah
Crema de brócoli
Ingredientes
1 cebolla amarilla mediana (aprox. 150 g)
265 g de brócoli (floretes y tallos tiernos)
1 cda de aceite de oliva o sésamo
2 tazas de agua (500 ml)
1 pizca de sal marina
Preparación
Pon a hervir el agua con la pizca de sal.
Corta la cebolla en rodajas y el brócoli en trozos.
Saltea la cebolla en el aceite hasta que quede dorada y desprenda dulzor.
Cocina el brócoli en el agua hirviendo durante unos 7 minutos, hasta que esté tierno pero aún brillante y no blando.
Licúa el brócoli con la cebolla y un poco del agua de cocción, ajustando la textura a tu gusto.
Sirve caliente y disfruta de su suavidad y equilibrio.